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NOTA

Un celíaco con altura

Federico Aguerre es mendocino, tiene veinticuatro años y una estatura de 2,03 metros. Es un basquetbolista de primer nivel. Descubrió su condición celíaca cuando tenía ocho años. En esta entrevista nos cuenta cómo hace para llevar adelante una vida libre de gluten entre viajes, concentraciones, entrenamientos y salidas con amigos.

Edad: 24 años.

Peso: 100 kg.

Estatura: 2,03 m.

Jugador de básquet del Club Boca Juniors.

Integrante de la Selección Argentina en el Sudamericano Sub 17, Mundial Sub 18, Mundial Sub 19, y en la Selección Mayor en el Sudamericano 2010.

Aglutenados: ¿Hace cuántos años que sos celíaco, y cómo llegaste al diagnóstico?

Federico Aguerre: Soy el mayor de cinco hermanos y me diagnosticaron celiaquía cuando tenía ocho años. El tema surgió porque mi mamá tuvo complicaciones con el tercer embarazo, allí se hizo los estudios y resultó que era celíaca. A raíz de esto, toda la familia viajó a Buenos Aires para hacernos los análisis y el resultado fue positivo para todos, excepto para mi papá. De aquella época recuerdo que tenía malestares estomacales, descomposturas, todo me caía mal.

A.: ¿Cómo fueron esos primeros momentos, siendo tan chico, teniendo que aprender a convivir con una dieta libre de gluten?

F.A.: Al principio me costó. En esa época iba a muchos cumpleaños de compañeritos y no era fácil, no podía comer nada. Al principio me encerraba un poco. Por ese entonces, tampoco había tantas opciones de alimentos aptos.

A.: ¿Transgredías la dieta o fuiste bien estricto y cuidadoso en alimentarte sin gluten?

F.A.: Si bien de chico he transgredido la dieta libre de gluten algunas veces, ya hace mucho tiempo que la respeto ciento por ciento. Me di cuenta de que no me servía de nada salirme de la dieta porque me hacía sentir mal y perdía peso. Por otro lado, haber comenzado a practicar deporte hizo que tomara más conciencia de la importancia que tenía para mi rendimiento seguir una dieta estricta.

A.: ¿Te hacés controles habitualmente?

F.A.: Sí, me hago controles médicos cada dos años y me dan siempre bien.

A.: ¡Qué bueno! Con respecto al básquet, ¿cómo fueron esos primeros pasos?

F.A.: Comencé de muy chico, a los siete años, en el Club Obras de Mendoza; luego pasé al Club Mendoza de Regatas. Por ese entonces, crecí mucho físicamente y en mi juego, y fue a los dieciséis años que me llamaron de Boca Juniors. Tuve que mudarme a Buenos Aires. Vivía en la pensión del club. Jugaba y estudiaba. Allí terminé el secundario.

A.: ¿Hasta cuándo viviste en la pensión?

F.A.: Estuve cuatro años allí y luego pasé a Argentino de Junín. Un año más tarde me fui a jugar en la filial del Juventud Badalona, en Barcelona, donde estuve un año. A mi vuelta de España, estuve dos años en Bahía Blanca y luego regresé a Boca Juniors, donde actualmente estoy jugando mi segunda temporada.

A.: ¡Qué experiencia! ¿Cómo fue vivir en España?

F.A.: En un primer momento fue muy difícil. Me costó mucho adaptarme e incluso estaba muy irregular en mi juego. De a poco me fui acomodando. Fue una muy buena experiencia en lo profesional. En cuanto a la alimentación, no fue difícil. Había muchas opciones para comer, productos, comercios, restaurantes, etc.

A.: ¿Cómo hacés en las concentraciones o los viajes?

F.A.: Actualmente, en Boca, sólo concentramos cuando jugamos de visitantes. En esos casos, tomo mis recaudos, para evitar complicaciones. Yo me encargo de avisar siempre en los hoteles, en las cocinas de donde nos alojamos.A pesar de ello me ha pasado algunas veces que no me caiga bien la comida y sentirme mal. ¡La contaminación cruzada en las cocinas es difícil de manejar! Soy muy sintomático y enseguida lo noto. Siempre me llevo mis meriendas y colaciones; incluso muchas veces pienso en llevar la comida ya preparada, pero el problema está en cómo mantener la cadena de frío y que no se me eche a perder. Ante la duda, intento comer carne, pollo, arroz.

A.: ¿Cómo te las arreglás en casa, fuera de las concentraciones?

F.A.: Aquí, en casa, mi vida es más normal. Vivo con mi novia. Ella se encarga de hacer las compras, y además cocina muy bien. Mi comida favorita son las pastas, los ravioles específicamente, que son difíciles de conseguir.Además tengo varios locales especializados en cocina libre de gluten por el barrio. 

A.: ¿Y cuando salís con amigos o vas a algún evento?

F.A.: Cuando salgo con amigos, ellos "me bancan" y siempre vamos a alguna parrilla o algún lugar donde yo pueda comer tranquilo. En casos de cumpleaños o casamientos, a veces me llevo mi propia comida cuando creo que no habrá nada que yo pueda comer.

A.: ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

F.A.: Principalmente aprovecho para descansar o pasear con mi novia. Me gusta mucho ver películas y series. También ir al cine.

A.: ¿Tenés algún hobby? ¿Te gusta ver otros deportes?

F.A.: Suelo ver un poco de tenis, pero me gusta mucho lo relacionado con lo electrónico y la tecnología.

A.: ¿Conocés a otros basquetbolistas celíacos o que sigan la dieta sin gluten?

F.A.: Sí, hay algunos jugadores de la Selección y que juegan en la NBA, como Prigioni o Scola, que hacen una dieta sin gluten ni lácteos; la llaman la Dieta Paleolítica, pero no son celíacos, lo hacen porque se sienten mejor y les incrementa el rendimiento físico.

A.: ¿Tenés alguna recomendación para otros deportistas celíacos?

F.A.: Básicamente, que se cuiden, que sean estrictos con la dieta, es una forma de vida a la que te acostumbrás y tiene efectos positivos en la vida diaria y también en el rendimiento deportivo.

A.: ¡Buen consejo! Gracias.

 


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